Reseña: La Casa Lobo - por @Skoolcool : COBERTURA @AnnecyFestival - Dessignare Media

// LA CASA LOBO
por Bastián Pascal

La animación permite plasmar en pantalla lo que sea que nuestra imaginación conciba, y el ingenio humano es capaz de fantasear con los más profundos horrores. Ver "La casa lobo" es adentrarse lenta y voluntariamente en una pesadilla. Es una película que penetra en ti desde el subconsciente, desde la experiencia sensorial y la atmósfera opresiva. Lo más angustioso es no poder despertar.

María es una niña muy mala.

Se escapó de nuestra coloniay se escondió en una casa vacía en el bosque.

Cree que puede vivir sola con sus cerditos.

María tiene que aprender una lección.

Durante cinco años estuvieron trabajando los artistas plásticos Joaquín Cociña y Cristóbal León en esta pieza, acompañados esporádicamente de un equipo mínimo. Fueron creando la película poco a poco, cuadro a cuadro en un proceso delirante, como quien al terminar una pintura vuelve a pintar encima de ella una y otra vez, creando un monstruo en constante transformación. El largometraje pudo ser visto en tiempo real por los visitantes a los museos de distintos países donde fueron trabajando sus autores, como un extraño performance itinerante. Una labor artesanal, agobiante y tortuosa como cualquier proceso de animación.

La casa lobo se embarcó en profundos esfuerzos por evitar ser convencional. Lo logra. Es un cuento de hadas retorcido, una historia que se va desenvolviendo en un plano secuencia perpetuo (tanto como eso pueda existir en un stop motion) donde es imposible trazar una línea clara que divida a la casa del lobo. Los personajes se forman y deforman al entrar y salir de los muros. Son gigantes o minúsculos en cada distinta ocasión. Sus voces germanas no surgen de sus bocas, más bien resuenan, presentes, en el entorno entero. Los cuerpos, rotos, se reconstruyen con pedazos de madera, de cinta, de pintura, de polvo. Es un gozo -macabro- apreciar un uso tan inteligente de lo que sólo puede existir en el lenguaje animado: la eterna metamorfosis.

León y Cociña han estado cocinando su estilo y habilidades por muchos años. El cine siempre se beneficia de los artistas que vienen empapados por otras disciplinas. Traen consigo imágenes, sonidos e ideas que chocan y, con un poco de suerte, rompen los cánones. Lo que lograron en el largometraje se cultivó en algunos de sus cortos previos, particularmente en Lucía y Luis. Lo que han podido cosechar son aplausos en la Berlinale.

Sus breves setenta minutos son un desafío. Vi gente salir a media función de la sala, incluso en un festival como el de Annecy, que convoca a las voces más especializadas e ilustradas del medio, los ilusionistas del movimiento. Es inevitable. Hay que ser paciente. Hay que ver más allá de la superficie. Hay que atreverse a dejarse atrapar. O aceptar, antes de entrar, que uno no está en disposición de que lo atormenten. Se vale si no se quieren asomar, si gana el tedio, pero recuerden que algunos de los tesoros más valiosos del arte se reservan nada más para aquellos dispuestos a escarbar, esforzarse y ensuciarse.

Mi desconocimiento de la cultura chilena no me hizo comprender sino hasta hace unos momentos el grito de dolor que acecha entre las sombras de La casa lobo. Las fábulas y demás invenciones semejantes pueden ser terroríficas, pero el verdadero demonio vive en la capacidad de los humanos de hacer daño. Quizás hoy la Colonia Dignidad ya no existe, pero todavía corren por el bosque muchas Marías perseguidas por el lobo.

// SOBRE EL AUTOR

Bastián Pascal @skoolcool es director independiente de cine y animación egresado del CUEC/UNAM. Co-conduce el programa online Animatón para Dessignare Media y escribe en Revista Código.

// Cobertura Annecy 2018 con Dessignare Media

No te pierdas los contenidos de nuestra cobertura del Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy y el mercado MIFA que se llevó a cabo en Francia durante el verano de 2018.

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